Sor María Juana de San Miguel
(Juana Josefa Ochotore, Arniz). Nació en Arraiza (Navarra), el 27 de diciembre de 1860. Pidió ser admitida en la Orden de Santa Beatriz de Silva el 22 de mayo de 1879. Con la bendición de sus padres, se incorporó a la comunidad Concepcionista.
Desde los primeros días del convento se entregó, asidua e intensamente a la oración. Cultivo siempre una vida oculta, sencilla y sin protagonismos. Se le recuerda como “una alma muy interior, silenciosa en extremo, sencilla y dada intensamente a la contemplación”, pero también como “asidua lectora del Evangelio. Leía un pasaje de la Pasión del Señor y de esta lectura salía siempre confortada”.
Sufría una delicada y dolorosa enfermedad desde hacía años y la comunidad ignoraba, solo la superiora lo sabía. Pero en 1931 la enfermedad y el sufrimiento se hicieron más visibles. Pese a los tratamientos nada la alivió y tuvo que soportarlos en aquellos años de salidas precipitadas, de encerronas de meses, de falta de medicamentos, hasta el día triste de su muerte. Murió a los 66 años de edad y cuarenta y cinco de vida religiosa.