El Carisma

Hablar de carisma, es hablar de las notas más características y específicas que tiene cada orden o congregación, para seguir más de cerca a Jesucristo.

Los distintos carismas, ayudan a vivir el Evangelio en la iglesia y el mundo, según el Espíritu, inspira. El carisma de los fundadores se revela como una experiencia del Espíritu, transmitida a los propios discípulos para ser por ellos vivida, custodiada, profundizada y desarrollada constantemente, en sintonía con el Cuerpo de Cristo en crecimiento constante.

En el caso de Nuestra Madre Beatriz, fundadora de nuestra Orden de la Inmaculada Concepción, aportó a la Iglesia una nueva forma de vida y de seguimiento de Cristo, desde el servicio la alabanza y celebración de María Inmaculada.

El Carisma de una monja Concepcionista Franciscana

La Concepcionista Franciscana ve en el ser humano, la creación de Dios, porque Él en su acción de salvar al mundo, le salva por puro amor.

Por eso, elige a la Virgen María como madre y por la que Cristo redime a la humanidad. Por tanto, la vocación Concepcionista Franciscana, se expresa desde una mirada amable hacia el ser humano, con la posibilidad de que siempre puede ser redimido, salvado del pecado, nunca de la condenación.

La criatura es buena a los ojos de Dios y ese es el corazón concepcionista que crea la alabanza hacia Dios porque ha hecho obras grandes en la humanidad.

  • Nuestro carisma, es un recibir y un dar la vocación al Dios que nos creó en su infinita misericordia. Es proclamar con alegre gozo que todo es posible para Dios. La mejor prueba de su amor, es María en su Concepción Inmaculada. En un mundo que vuelve la espalda a Dios, este divino camino le desafía a volverse hacia su Creador.
  • La Concepcionista Franciscana asimila la opción que hizo Santa Beatriz por amor a Jesucristo y la Inmaculada. Esa es la fuente de inspiración, la experiencia divina que la hace bella y radiante de luz.
  • La Concepcionista Franciscana, es íntegramente contemplativa. Nuestro carisma es una forma de seguir a Cristo con María. Nos desposamos con Cristo Redentor, por los consejos evangélicos de obediencia, castidad, clausura y pobreza consagrada, a honra de María Inmaculada, a través de una vida llena de alegría, alabanza, oración y convivencia fraterna.
  • El estilo de vida de una religiosa Concepcionista Franciscana, es totalmente fraterno. Se fundamenta en el amor de Dios que nos congrega y en Cristo que consagra. Cada hermana es privilegio de encuentro con Dios. Es un mirar al otro siempre en positivo, porque así nos ve Dios. El modelo de comunión, es la Santísima Trinidad.
  • Nuestro carisma vive en fraterna vinculación y comunión con el  carisma Franciscano, teniendo como centro, el misterio de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María. Los Hermanos Franciscanos Menores han estado en la vida de Santa Beatriz y en la de toda la Orden a través de más de cinco siglos. La union o vinculo entre las dos ordenes, está en la veneración y defensa del misterio de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María.